27.1.18

Santiago Nahuel

Solo
En verdad, la directora de la institución, necesitaba con urgencia, una jusfiticación de mis actos.
Escribo...

Mi vida, empezó un día de lluvia, de mucha lluvia. Sentí que cada gota era tan pequeñita y tan mágica al mismo tiempo.
Mientras mi vida empezaba, otras vidas transmigraban ... Como Santiago, ahogándose. Ahogando al río.
¿Quien seré?.
Empezaré desayunando, leyendo lo que se me de en gana, preparando las cosas, para darle de tomar un jugo a los niñes. También, tocaré la guitarra, buscaré la melodía, saldré del espacio de confort. Buscaré un ritmo en el tamboril.
Ella me preguntará como me siento. Y no tendré una respuesta en español para eso.
También está el caso de un chico adicto al que mataron en el norte. 
En méxico, solo por periodistas asesinaron en un año a 30 y pico de personas.
Eso junto con la maravillosa puesta del sol de estos días de verano, las flores que reverdecen el sentir.
Y los juegos nuevos que hace el bebé. Corazón, que saca fotos. 
Cuando llegue le preguntaré cómo le fue. Dirá que bien, o mal, o mas o menos. Tampoco encontará una respuesta. 
El  que responda con precisión será un templo.
El arte en las cortinas, en las lámparas, en los muebles, en las paredes, en esas fotos. Recuerdo de un futuro espiritual.
Una planta crece en la tierra. Una maceta pintada con un sol místico que se parece tanto a un dibujo.
Me mirará preguntándose qué se esconde en mi sombra
Novedades, abrazos, besos.


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