24.10.11

Opiniones sobre la vida actual

Cualquiera puede decir, que vivir es tener objetos.
pero los objetos no son de nadie, no se mueren cuando su dueñ@ se va del mundo.

¿Qué crece en la tierra? ¿es lo mismo un bosque que las centrales electricas, es lo mismo una flor, que una antena de televisión? Creo que no. Unos portan vida, y los otros llevan años de destrucción.

Un@ me escribió que tranzé, por tener el blog...
Me alegro que me exijan a ese nivel...van cachando.

Mirando mapas, se advierte que los hombre, como las hormigas, trazamos caminos. Ruteros, breves, pavimentados, zigzageantes.
Ellas trasladan su alimento, ¿nosotros?.

La música suena a sonido y los tiempos para encontrarnos son cada vez más inexistentes (porque encontrarnos no es mandarse mensajitos con el celular, lamento decepcionarles).
Llevo un nombre y vos acaso llevés otro.
Conservo aún un alma, y pienso que, al menos célebremente, mi dignidad.
Me emborracho, me drogo, y pienso en ocasiones.
Se mentir, pero trato de no engañar.
Siento el cuerpo, pero hay días en que dudo de que todo sea tan cierto (tan molecular, tan atómico, tan carnal).

¿Sabés algo de mí entonces, ahora que me expuse?

Mis defectos son construcciones humanas, ambiciones probablemente. Soy tan solo una muestra más de este género coleccionable.

Si se sigue eligiendo la energía atómica, en lugar de cantarle al aire. O mirar deportes en vez de practicarlos, o buscar gancho en internet en vez de hablar del amor en cada esquina. La vida se convertirá, poco a poco, en una réplica falsa y remendada de sí misma.

Morir sin sentir el gusto de la vida, es como no haber vivido.


Desconectémosnos, al menos, dos horas por día de internet, del celular, de la tevé.
...ni siquiera les sugiero lecturas (no estaría mal, pienso en ficciones, en artaud, en el 18 brumario, en las partículas elementales, en la nausea, hasta en mujica lainez, o lo que carajo quieran), los invito a mirar el cielo, mirar los árboles, mirar la luna, mirarse los pies, la pija, la cachucha. Que se masturben, que se acaricien, que no lo hagan. Que escriban, que vuelvan a la música. que se callen, que griten, que hablen. Que coman frutas.

sólo invitaciones!, uds. siguen siendo libres de elegir cadenas!!!

Tal vez sea difícil hablar con alguien en la esquina, pero si lo sienten, déjense llevar. Caminen más, llamen a sus amistades, encuéntrense, tomense un vino o un maracujà. Cocinen unos brownies.
¿no vas a tener sexo porque tenés que ir a chequear otra vez los mails (o la pag. del facebook, o la garoncha.com)?
¿Qué celular quieren inventar, uno que te muestre el culo y te diga que sos mejor que los demás?
(más me gusta, más seguidores, más comentarios, más de nada)

Por miedo decidimos repetir las prácticas de consumo aceptadas socialmente.
Dejemos de aceptar sus prohibiciones.
"no hay nada que temer".

mírense a los ojos.

somos uno.

19.10.11

entradas (in) (out) insolencias

En busca de los muertos que gozan de lo macabro de los vivos, me introduje en un sueño libertario prendido de la cola de un avión que me llevó hasta una ciudad desconocida.
Estaba llena de personas que soñaban junto a mi, en alguna otra cama, o piso, o desierto.

Un hombre, melenudo, me explicó cordialmente la lógica de ese mundillo misterioso.
Me dijo que podía obtener todo lo que desesara, pero que el deseo no era un acto libre.

"De todos modos", me dice, "nunca está de más intentarlo".

En ese instante miré mis manos y estaban invertidas. Me esmeré por verlas bien y al profundizar la vista, hubo un cambio. Vi mis dedos, y las marcas de la vida en las palmas que habían adoptado una posición correcta. Me sentí bien.

En las calles había prostitutas, por un poco de cash se reían de uno. Estaban jugando a que eran zombies y nada me aseguraba qué estaban dispuestas a hacer. Pasé queriendo no prestarles atención y con resguardo de que no se me vinieran encima. Quise ser invisible. No logré mi cometido.
Comenzaron a perseguirme y junto a otros soñantes ya estaban a mi acecho,
En ese instante caminé apresuradamente y, con felicidad, empecé a revolear todo lo que tenía en los bolsillos al aire.
El cielo se llenó de papeles escritos, de dinero, de documentos absurdos. LLovía libertad, comencé a sonreír.
Pero también, en ese instante, reconocí que perdí algo sublime. Grité, su nombre. Pero la tristeza, hizo que desapareciera todo lo que me rodeaba, y entonces, quise despertarme. No estuve tan lejos de aquí durante la travesía. El mundo había cambiado.
Mi amor no.
Ahora, me consuela pensar, que aquello que sentí perder, ganó su libertad y vive, junto a mí, entre sueños.

4.10.11

un poco lo invisible

lo invisible
se oye cantar
júbilo
soles
antes