24.11.10

invocación

un día cualquiera, en donde me siento
solo...
y uno con el mundo

desde donde estoy, observo
el agua y los peces se ofrecen con naturalidad, mi presencia apacible no los incomoda
los árboles, saben hablar y los oigo reírse cuando se quedan solos
los patos, son cisnes, y juegan como chicos...

el sol se está yendo, y es el momento más hermoso del día...
escucho los pájaros y envidio su modo de cantar...
tonto, al principio, empiezo a silbar, hasta encontrar el canto propicio de la hora crepuscular y desprenderme poco a poco de mi.

abro los ojos y piscis se ofrece con un baile a cargo de dos miembros de su cardumen sagrado.
primero uno
después el otro
ante tanta inmensidad, me arrodillo de modo tal que mi cabeza toca el suelo, poniéndose por debajo de mi corazón...
en ese momento escucho un sonido gutural, agudo, reverberante, apacible, tierno...
siento que me olfatean, abro de nuevo los ojos, y es un gato gris, que me empieza a acariciar con todo su cuerpo, le digo "hola" y espero que me conteste, pero no lo hace como imaginé, se limita a refregarse en el puente que yo formé con mi cuerpo agachado.

Observo su piel sarnosa y herida ...trato de soportar el asco...y me entrego como un espíritu puro del reino de Acuario, para abrazarlo y acariciarlo. Finalmente, le ofrezco la curación de la palabra, impostando mis manos sobre su cabeza felina...siento que alguien observa lo que está sucediendo.

También hay otro ser humano, una mujer, a casi 40 metros. Se le acercaron dos patos blancos, enormes, que se abrazan con sus largos cuellos...
la solitaria, los observaba sin timidez, dejándose ser espectadora y formando parte del espectáculo del mundo.

conmovedoramente, se estira.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

te vuelvo a leer, creeme, como si te estuviese escuchando cerquita. Aunque hace tanto que no...

Angeles dijo...

Ser espectador o protagonista, toda una elección, hay que arriesgarse.. tiene su recompensa.
Buena semana.
Un abrazo.

Carlos Lucero dijo...

el día de ayer fue gris
a la noche, casi.
aunque después, me...
no sé que soñé.

Cesia. dijo...

Sublime! me encantó!

A veces la vida nos regala letras y entonces... Nos vemos.