el presente siempre triunfa y siempre muere, pero siempre triunfa, pero siempre muere.

Nadie es útil para estos momentos en donde la vida se tapetea como si fuese ella la única serpenteadora de la suerte.
Ante tal prepotencia, hago contrapunto y decido emprender el camino literario, aprovechar el sueño y glorificar la fiesta de las palabras, cerrar los ojos y viajar toboganeando en la fuerza de un renglón tras otro.
Son los niños los que nos enseñan a naufragar con placer, a no tener horizonte, ni velas, ni barcos. Y aún así sentirnos plenos. Completos. Felices.
Ellos nos remiten al universo de lo inconcluso..
los juegos se terminan, cuando comienza otro
y el amor parece envolver todas sus acciones, aún las más despiadadas.
En literatura, tal voluntad, se dará en llamar Niñotrónix.

Primer Niñotrónix de la historia de la literatura universal:

Ahora estoy en china, tengo muchas ganas de que me toquen, pero ni siquiera me hablan, voy en busca de una prostituta, pero todas me parecen muy caras, vuelvo al hotel y no se cómo hacer para masturbarme, prendo la tele, y me percato de que no me excita la chinez.

Ahora estoy en california, soy barbudo y bonachón, viajo adentro de mi camioneta, me tiro pedos, escucho música grunge y mi mujer tiene una cresta y la concha violeta.

Ahora estoy en el tibet. no encuentro la luz. El mes que viene veo al mariahashi, me sale más caro que una puta en china. el grunge no me gusta.

Ahora estoy en un casino tomando cocaína en el baño, disgustado, tratando de armar el discurso para estafar a esos mexicanos que vinieron con sus “valijotas”, a limpiar el dinero que se llevaron prestado de la embajada yanki en el distrito federal.

Ahora en el río, insoportable, con la campera puesta, odiando cada criatura viva, dejando acrecentar mi urbanidad, como el río su cauce. y el río me moja y me río.

Ahora en Tampa, me ofrecen un poco de grass, no thanks. Aunque moría por una pitada, de aceptarlo estaba perdido. Allí el primero te lo regalan y no hay segundo.

Ahora en el cine, con una botella de vino, bukowsky me dice “La película es un poco mejor así”

Ahora con la mujer de mi amigo. no comments.

Ahora soy Aquiles, pero con dolor de hígado.