tiritando

Cuando se hace tarde,
todas las sombras son iguales.
Cualquiera puede venir a matarme
pero no

El deseo se hace pureza
y es gigante.
Así atropello mi garganta
con helados forcejeos

Allá,
más atrás de los julios
o eneros.
Antes de que el sol sea El sol,
cuando era solo eso
la lluvia ocupaba mi casa
gustosamente

me preocupaban pocas cosas:
el color
la luz
el movimiento
lo salado.

La fiebre
y el cancer
son cosas del presente,
de un presente un tanto presuntuoso.

Mientras tanto
en esta abundancia espero,
por un rato más,
pero siendo otro,
atrapado en la fotografía de algún álbum,
que nunca va a ser abierto